BIZCOCHUELO DE MAICENA CON LIMÓN Y FRUTILLAS
Las frutillas son protagonistas como fuente de vitamina C, de antioxidantes y su contenido en fibra. Les comparto una receta de mi infancia que amaba y me trae muchos recuerdos, la cual fui adaptando para compartirselas con ingredientes más naturales.
Ingredientes:
- 4 yemas
- 4 claras batidas a nieve
- 1 taza de azúcar orgánica rubia
- jugo de limón (4 cucharadas soperas)
- ¾ de taza con maicena
- ¼ de taza de harina integral super fina (para aquellos que quieran usar ¼ de harina blanca también se puede)
- 2 cdtas polvo de hornear
- 1 cdta de agua
- ½ kg de frutillas orgánicas
Procedimiento:
Batir las 4 yemas con la taza de azúcar. Una vez bien batidas a blanco, agregar las 4 cdas de jugo de limón, continuar batiendo e incorporar los ingredientes secos y la cdta de agua.
Batir las claras a nieve (tip: realizarlo junto a una pizquita de sal para que monten bien). Unir envolventemente a la mezcla anterior hasta que esté bien incorporado.
Verter sobre un molde de 24/26 cm de diámetro, previamente aceitado y enharinado (o puede ser papel manteca) y llevar a un horno mediano aproximadamente 30 min. Cuando se cumplen estos 30 min, chequear si los bordes están dorados y que al pincharlo no quede húmedo.
Lo lindo de este bizcochuelo es que al ser tan alto, cuando este se enfría, se puede cortar con un cuchillo húmedo por la mitad y aprovechar para hacer dos tortas.
Topping de frutillas:
Lavar las frutillas y luego sacarles el cabito (para no humedecerlas por dentro).
Cortarlas en láminas a lo largo, colocarlas en un bowl, agregar dos cucharadas soperas de azúcar orgánica y dejar que liberen su agua (dejarlas reposar aprox 1 hora).
Separar las frutillas con un colador para que larguen su último jugo.
Una vez hecho esto, separar las frutillas ya coladas por un lado del jugo de las mismas y guardarlo. Decorar con las frutillas fileteadas la torta, es decir, tapar el bizcochuelo de manera ordenada sin dejar ningún hueco.
Con el jugo separado, si vemos que es muy poco, se puede agregar ½ tacita de agua, poner en una olla junto con una cucharada sopera de maicena y revolver a fuego mediano hasta lograr el comienzo de su espesor (de apariencia gelatinosa). Si esta preparación se reseca mucho, agregar un poco de agua.
Dejar enfriar un poquito y verter casi inmediatamente sobre el bizcochuelo y las frutillas para finalizar su decoración.