¿CÓMO TOMAR EL JENGIBRE?
El jengibre puede ser encontrado tanto en fresco, seco como en polvo. La forma más habitual de encontrarlo y consumirlo es a través de infusiones. Para poder hacer una preparación de jengibre, lo mejor es hacer uso de un litro de agua por cada trozo de raíz. Cuando el agua esté hirviendo, entonces podemos incorporar el jengibre y lo dejaremos alrededor de 3 o 4 minutos para que tome todo el sabor. Posteriormente, podes colocar un poco de miel para endulzar, limón, naranja o incluso un poco de manzanilla para darle otro sabor.
Otra forma de poder consumir jengibre es a través de aceites esenciales, zumos o cápsulas. En el caso de los aceites como su concentración es mucho mayor, no debes superar la toma de 9 gotas de aceite al día que hay que repartir durante las 24 horas y no tomar todas de un golpe. En las cápsulas todo depende un poco de la composición pero se suelen tomar cada 8 horas habitualmente durante un período determinado de tiempo.
Si se trata de usar el jengibre también en las comidas, entonces la mejor forma que podes hacerlo es utilizándolo para condimentar ensaladas o incluso aderezar algún tipo de carne. Es un ingrediente bastante frecuente en lo que se refiere la cultura asiática, por eso no lo dejes de lado y proba los sabores nuevos que te puede llegar a aportar.
¿CÓMO CONSUMIRLO?
La mayor propiedad del jengibre está en su jugo más que en su fibra. Te recomiendo rallar una buena cantidad de jengibre, tomar esa ralladura con las manos, exprimirla bien y después descartarla. Solo te quedás con el jugo obtenido que podés utilizar en infusiones, sopas, bebidas, en salteados de verduras, en pescados…y hasta en postres!