Coordinado por la Lic. Claudia Strauss (Psicóloga y Docente)

La alimentación debería entenderse como un TODO teniendo en cuenta aspectos físicos, emocionales, espirituales y físicos. La forma de conectarnos con la comida es la forma en que nos conectamos con todo lo demás. Es notable cómo la elección de los alimentos tiene una relación directa con la forma de ser, con la personalidad de cada uno.

No hay dudas de que el actual estilo de vida está causando problemas de salud. Cuando la química del organismo está desequilibrada los órganos como el hígado, el intestino, los riñones, el corazón, bazo, páncreas, también funcionan desequilibradamente. Poner “Orden en el Cuerpo” es lo que nos permitirá vivir en armonía y al principio ese camino no suele ser fácil ni cómodo.

Desde una mirada holística, este espacio terapéutico y de orientación surge a partir de la necesidad de contar con una guía y un acompañamiento personalizado en la transición hacia una alimentación más saludable y más adecuada para cada organismo.

Es importante entender que una buena nutrición se basa en elegir los alimentos no solo en función de sus cualidades energéticas, sino observando también cuáles sientan mejor a cada persona en un momento adecuado, teniendo en cuenta sus dolencias, su edad, su género, las actividades que tiene, el clima donde vive, la época del año, la actitud mental y emocional frente a la vida.

En el caso del tratamiento de alguna enfermedad o patología, la orientación alimentaria ayuda a los consultantes a encontrarse más saludables durante y después de un tratamiento.

Una entrevista individual en el consultorio permite resultados efectivos en un menor espacio de tiempo. Luego de esa consulta inicial se recomienda coordinar un nuevo encuentro a los 40 días para hacer un seguimiento, posibles ajustes y evaluación.